Este proyecto de ley fue presentado por los senadores Aníbal Fernández y Elena Corregido para que los jóvenes de 16 hasta los 18 pudieran votar si lo desean, al igual que con los mayores de 70 años. Aparecieron declaraciones a favor y en contra, en las fuerzas de oposición no se hizo esperar la reacción el radical Gerardo Morales dijo "En este momento político, con tanta puja de poder en el gobierno, el frente para la Victoria termina desnaturalizando cualquier buena iniciativa. Han perdido el sentido común" mientras que su compañero remató diciendo "Esperemos que el Kirchnerismo no pretenda usar a los chicos para cambiarle un voto por una netbook, cuando el acceso a la tecnología y educación son derechos".
Los fundamentos de Fernández y Corregido fueron "Existe por parte de los jóvenes una demanda cada vez mayor de participación formal en niveles locales, comunales, municipales y, por parte de los adolecentes, en colegios secundarios y universidades. Los temas nacionales son parte de sus debates y discusiones, sostenidos desde una voluntad genuina."
Apesar de esto la cámara de diputados aprobó esta ley. Se llegó con lo justo a los 131 votos a favor (necesitaban 129) y solo hubo dos votos en contra que, dadas las 123 ausencias, provenían de sus opositores.
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